PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Concluye la primera semifinal en la Fonteta y las jugadoras del Spar Girona se funden en una piña en el centro de la pista para celebrar su pase a la Final. Uno de esos momentos reservado para más estricta intimidad, pero que no escapa a las miradas de unos aficionados que, desde la lejanía de las gradas pueden percibir, pero no sentir.

Porque lo que allí se escucha durante tan solo un puñado de segundos suele ejercer como el mejor termómetro posible a la hora de poder calibrar el momento en el que llegarán las protagonistas a la gran final del domingo.

En el caso del Uni Girona,amparadas por ese sobreesfuerzo que supuso el poder derrotar en la prórroga a su histórico rival y tras una remontada que llevó a Laia Palau a agradecer a sus compañeras el esfuerzo realizado sobre la pista. Aunque fue la llegada de Alfred Julbe, antes de retirarse a vestuarios, la que marcó el paso de un corro para la historia. Porque sus palabras fueron tan valiosas para sus jugadoras como su dirección de partido: “Ahora, es momento de disfrutar de lo conseguido, aprovecha el momento porque, en unas horas, haremos un cambio de chip para pensar en la final”.

La mejor manera de sacar una sonrisa a un grupo que agradeció el gesto de su técnico y que no dudó incluso en tirar de la “negociadora” Sonja Vasic para incrementar los premios de la sesión de tiro vespertina aprovechando la sonrisa de su técnico.

Un buen ambiente que se trasladó,apenas un par de horas después a un Valencia Basket cuya celebración corría a cargo de su bloque nacional sobre idéntico punto geográfico. Un círculo central del que quedaba ajeno un Rubén Burgos acostumbrado a huir de los focos para ceder todo el protagonismo a sus jugadoras.

Así, el técnico llegaba como de costumbre el primero a los vestuarios para dirigir ahí sus palabras de agradecimiento a sus jugadoras. Un mensaje reservado únicamente para las protagonistas del encuentro y en el que, a buen seguro, no faltó el reconocimiento de Rubén por el esfuerzo de un grupo que ha ido cumpliendo año a año con sus objetivos.

Porque, con el deseo de poder superarse año a año, el Valencia Basket no ha dejado de crecer en una copa en la que sus tres primeras participaciones se han saldado con su paso por los cuartos de final, las semifinales y ahora la final.

Un técnico que será clave en este domingo a la hora de poder dilucidar si su equipo es capaz de levantar el título a través de un doble paso o si, por el contrario, podrá marcarse ese reto en ocasiones futuras.

Eso sí, sea Alfred o sea Rubén quien logre hacerse con el título, lo que sí es seguro es que, a ninguno de losdos, podrán encontrarlo en el eje central de las celebraciones porque, si algo han tenido siempre claro uno y otro es que el protagonismo ha sido, es y será de sus jugadoras.